Desde la implantación del plan Bolonia se está hablando mucho del mercado negro universitario, es decir, del pago pactado por apuntes y trabajos, algunos de ellos tan importantes como Trabajos de Fin de Carrera (TFC).
Y es que desde que comenzó la crisis ha habido muchos licenciados en paro, que sacan un dinero extra realizando este tipo de tareas. El Plan Bolonia obliga a la asistencia a clase y la solicitud por parte de los profesores de trabajos menores ha aumentado considerablemente, de forma que muchos alumnos se quejan de que no tienen suficiente tiempo para dedicarle a los trabajos importantes y largos, así como a los exámenes.