Conforme vamos creciendo, la pregunta de ‘qué vas a ser de mayor‘ persigue a todos los que aún no han alcanzado edad universitaria. Aunque muchos contestan médico, futbolista o abogado, pocos suelen acertar en esa primera teoría sobre el futuro.
Poder elegir una carrera que nos vaya a gustar es complicado y en ocasiones, podemos cambiar de rumbo e intentar buscar unos estudios que encajen más con nosotros si la primera opción no ha resultado como queríamos. Recapacitar y buscar otros estudios no es algo malo en ningun caso.
¿Cómo elegir una carrera o una especialización?
- Puede que en casa siempre te hayan insistido en estudiar una cosa u otra, bien porque creen que te podría gustar o bien por tradición, pero en ningún caso son dos buenos motivos para escoger una carrera concreta. Debe ser una decisión tomada de forma personal, sin que nadie más influya en la misma, porque se trata del futuro de una persona.
- Tampoco comiences ninguna carrera porque tus amigos también la han elegido. Tus amigos deben tener sus propias preferencias y tú las tuyas, pero en ningún caso debes comprometer tu futuro.
- Piensa en lo que se te da bien y lo que no. Quizás te gustaría ser profesor de educación física, pero el deporte no es tu fuerte o quizás has detectado que tienes bastante soltura con las matemáticas y querrías encaminarte por ahí. Si escogemos algo acorde con nuestras habilidades naturales tendremos más posibilidades de tener éxito.
- ¿Alguna vez has oído lo de que si escoges un trabajo que te guste no tendrás que trabajar en la vida? Es un dicho bastante cierto. Si tienes una pasión que puede convertirse en una profesión, puedes plantearte buscar formación acorde para dedicarte a ello. Eso sí, debes estar seguro de que te gustaría hacerlo cada día de tu vida.
- Reflexiona sobre el tipo de vida que suele llevar aparejada una determinada profesión. Por ejemplo, si te sientes atraído por el arte y la expresión artística, es probable que llegues a trabajar bajo encargo o para varias empresas diferentes, algo que no suele tener mucha estabilidad o continuidad y si quieres un trabajo con una nómina cada mes, quizás no sea la mejor opción. O por ejemplo, si estudias para dar clase, es probable que enseñes sobre la misma asignatura una y otra vez, pasen los años que pasen. Si buscas un trabajo sorprendente y creativo, mejor medita sobre otra carrera.
- También puedes optar por trazar un modelo de vida que quieres alcanzar y buscar entre tus habilidades cuál potenciar para elegir una carrera determinada que te lleve a ese tipo de vida. Así te asegurarás de escoger algo que se acople a lo que quieres para ti y para tu familia en un futuro.
- Examina qué profesiones son las más demandadas y busca entre ellas alguna que te gustaría desarrollar, para así poder coincidir tus intereses con lo que más se busca. Eso sí, si ninguna de las profesiones te interesa, no te sientas tentado. Escoger un trabajo que no nos guste es una mala opción.
Por lo tanto, la clave quizás sea encontrar una profesión que esté en equilibrio entre nuestras habilidades personales, nuestras pasiones y la demanda de la misma.