Los artistas falleros están cada vez más valorados fuera de la Comunidad Valenciana es un hecho. Cada marzo son miles y miles los turistas, tanto nacionales como internacionales, que visitan los monumentos falleros repartidos por toda la ciudad y alrededores.
Es por ello que el Gremio de Artistas Falleros con la Ayuda del Ayuntamiento de Valencia y otros mecenas, han llevado un monumento al otro lado del charco, a EEUU, nada más y nada menos que al desierto de Nevada, un lugar en medio de la nada donde cada año tiene lugar uno de los festivales más prestigiosos del mundo, el Burning Man.
Para los que jamás hayan oído hablar de este popular festival, que puede equipararse al Holi hindú, al Carnaval de Venecia o al Full Moon Party Tailandés, se trata de un festival anual de 7 días de duración en el que solamente durante esos días, se genera una ciudad en el desierto, conocida como Black Rock City.
Cada año son muchos miles los asistentes a dicho festival, en el que el sábado se quema un gran templo de madera, en un magnífico ritual. En dicho festival se produce una exaltación de la cultura, el arte, la ecología, y no existe ni el comercio ni el dinero en las calles de Black Rock City durante los días del festival de arte efímero más curioso del mundo.
El año pasado, personal del equipo de Burning Man invitó a dos artistas falleros al evento para que conociesen de primera mano cómo es la experiencia de asistir a este singular festival. Al mismo tiempo, el equipo de Burning Man fue invitado durante las pasadas Fallas a Valencia, donde se les mostraron las tradiciones y la fiesta valenciana.
Es por ello, que tras el contacto, se decidió crear una Falla especial en dicho festival, en un complejo proyecto en el que un equipo de artistas falleros encabezados por David Moreno y Miguel Arraiz han dado todo para crear una falla muy especial.
La Falla, similar al último monumento que plantó la Falla Nou Campanar antes de que desapareciese, se trata de un cubo gigante con figuras geométricas, mosaicos y máscaras de ninots, en una reinterpretación de las decoraciones de la Lonja de la Seda de Valencia, además de un mosaico en la base inspirado en la cerámica Nolla.
La estructura es como un pabellón en el que los visitantes podrán entrar y participar en la experiencia artística.
Sin embargo, y al contrario que en Valencia, lo único que arderá el único día del Festival será, como manda la tradición, la figura del Burning Man (hombre ardiente), mientras que el monumento valenciano, de nombre “Renacimiento”, se desmontará y volverá a Valencia, donde aún no se ha determinado qué futuro le depara.
Este año, el Burning Man, será más valenciano que nunca.